martes, 7 de junio de 2011

INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA PAREJA


       Se ha hablado muchas veces de que la convivencia en pareja es difícil y es así porque en la relación de pareja surgen conflictos, no es un camino llano.

       Si partimos de la idea que conforme a nuestro mejor juicio en un momento dado, hemos elegido un(a) compañero(a) razonablemente apropiado(a) la regla dice:

"En toda relación humana existe el potencial de conflicto, y en las relaciones más cercanas o íntimas esto parece aumentar por la proximidad y frecuencia de las interacciones.
 En otras palabras, no hay relaciones humanas libres del potencial de conflictos, ni siquiera en las relaciones de amor por decirlo de esa manera".

No obstante lo anterior hay por lo menos 3 habilidades fundamentales que pueden ayudar a maximizar la relación satisfactoria de las parejas. Estas son:
  1. La comunicación efectiva
  2. Métodos de solución de conflictos
  3. Métodos para la negociación de conflictos
En estas es importante, lo que se dice (verbal y no verbalmente), como se dice y donde se dice, en este punto es relevante hacer uso de la comunicación efectiva misma que se caracteriza por un estilo de relación y comunicación que se considera asertivo conlleva algunos ingredientes de relación efectivos tales como: expresión (positiva y/o negativa) directa, honesta y clara de los sentimientos, pensamientos, necesidades y opiniones, sin herir, humillar o faltar el respeto de manera intencional a la pareja. Es diferente de la llamada “franqueza agresiva”.
       En lo personal recomiendo muchísimo la “cura de caricias” esta consiste en reservar tiempo para estar con nuestra pareja respetando el espacio mutuo, siempre dando caricias al otro, es cuando sentimos esas ganas de acariciar su rostro, sus labios, su cabello o incluso las manos, se considera un buen complemento de la comunicación asertiva, tomemos en cuenta que en la relación de pareja se presenta la inmejorable oportunidad de incrementar nuestro crecimiento personal, como seres humanos únicos y especiales.
Aprendamos a ver en el otro a ese maestro que al tomarnos de la mano nos enseña, nos guía y nos acompaña en cada paso del camino, a ese ser que por las noches esperara por nosotros quizás ansioso de escuchar nuestras historias del trabajo o de la casa, bendigamos siempre su libre albedrío y agradezcamos su presencia en nuestro ahora sobre todo aprendamos aplicar los siguientes puntos en nuestra relación:
  • Escuchar
  • Dejar hablar
  • No-prejuzgar
  • Flexibilidad
  • Razonabilidad
  • Disposición de llegar a acuerdos
Si logramos aplicarlos es muy posible que los conflictos siempre finalicen en una “cura de caricias” y no precisamente en un sitio frío como el despacho de algún abogado, todo conflicto siempre tendrá una solución solo es que estemos convencidos de llegar a acuerdos que nos beneficien mutuamente.

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