miércoles, 27 de abril de 2011

DEPRESIÓN II

       La palabra Depresión significa decaimiento de ánimo o de la voluntad, en este estado existe una disminución general de la actividad psíquica que afecta especialmente al componente afectivo de la personalidad.

Actualmente se habla de la "Era de la Depresión" pues se calcula que existen más de cuatrocientos millones de depresivos en todo el mundo, uno de los rasgos característicos de este problema clínico es que afecta en mayor medida a mujeres que a hombres, por cada dos mujeres depresivas hay un hombre depresivo, la razón proviene de factores diferenciales adscritos a la personalidad.

       Podemos afirmar que la Depresión es una enfermedad que afecta a todos los grupos de edad, desde la infancia hasta la vejez alcanzando su mayor índice a partir a partir de los 65 años. Durante la lactancia y la primera infancia puede aparecer en forma de llanto, apatía, falta de expresividad emocional, transtorno del sueño.

Estudios demuestran que el 5% de la población infantil padece depresión y otros datos revelan que el 25% de los niños ha pensado en alguna ocasión en poner fin a su vida.
      
       Por tanto si no se afronta correctamente puede determinar la futura personalidad, los síntomas más relevantes son la tristeza, la falta de afecto, sentimientos de soledad y de culpabilidad, conducta agresiva, baja autoestima y falta de apetito.

El comienzo de la depresión suele ser gradual (entorno al 80% de los casos) pero con episodios de agudización, paulatinamente se pierde ilusión e interés por la vida, siente apatía, aburrimiento, se desvincula de sus amigos, disminuye su actividad y manifiesta ciertos transtornos corporales (insomnio, jaqueca, disminución de la líbido etc) toda persona que se muestre afectada durante un mínimo de 2-3 semanas por al menos tres o cuatro de estos trazos enumerados este posiblemente iniciando un proceso depresivo.
Desde el punto de vista terapéutico, el tratamiento debe combinar la administración de psicofármacos, antidepresivos y la intervención psicosocial esta tríada: fármaco, psicoterapia y socioterapia disminuyen la tendencia a la cronicidad.

       La norma socioterapeutica más importante se refiere a que el paciente mantenga en la medida de lo posible su regimen de vida habitual y que evite tomar decisiones relevantes sobre su vida mientras persista el cuadro depresivo.

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